Que Salamanca se convierta en la capital de la ingeniería biomédica de Castilla y León es un reto a punto de materializarse para la ciudad gracias a la puesta en marcha del Centro de Innovación Tormes y de la Incubadora Biosanitaria por parte del Ayuntamiento. Será una nueva vía de progreso paralela al desarrollo de Salamanca como referente logístico en España y Europa, con la que se persigue crear empleo de calidad, generar empresas vinculadas al ámbito sanitario y farmacéutico que, por otro lado, supongan un impulso a sus proveedores y empresas auxiliares, sin descartar la instalación en la provincia de grandes farmacéuticas.
Tanto del Centro de Innovación como la Incubadora Biosanitaria “Abioinnova” ofrecerán tecnología y servicios a las pymes y grupos científicos para que las publicaciones que en este momento no pasan del papel se materialicen en puestos de trabajo y desarrollo, aprovechando el alto nivel en formación de profesionales que generan las dos universidades salmantinas. Una nueva vía para fijar población e impulsar, a su vez, a sectores tradicionales.
La progresión hacia ese nicho de desarrollo económico ha comenzado con la publicación de las bases de la Incubadora Biosanitaria en las que se indican los requisitos de las empresas y proyectos de investigación que se podrán beneficiar de los servicios de pre-incubación, incubación y aceleración. Por otro lado, el Centro de Innovación acercará servicios de tecnología 3D, metaverso, realidad virtual e inteligencia artificial para que la sanidad en Salamanca sea más eficaz y avanzada, además de para ayudar a las investigaciones a generar nuevos proyectos que puedan crear empleo.
Cabe destacar, además, que el ámbito biosanitario es especialmente atractivo dado que genera puestos de trabajo de calidad, con sueldos por encima de la media. Salamanca ya contaba con camino andado para lograr este reto gracias al fuerte ecosistema de investigación biomédica de sus centros e institutos.
Con las dos nuevas estructuras encajarán las piezas del puzzle. Se facilitará el trabajo a las empresas e investigadores seleccionados para que sus descubrimientos y avances científicos no los exploten las grandes farmacéuticas fuera de Salamanca. Los grupos de investigación recibirán respaldo para que desarrollen sus patentes en Salamanca, con empresas de la tierra si fuera posible y, si no, que las grandes farmacéuticas los materialicen aquí estableciendo delegaciones. Para ello contarán con suelo más asequible que en otras zonas de España como Madrid y Barcelona.
Mientras tanto, las obras de la “bioincubadora” avanzan y ya se han publicado las bases para establecer el perfil de las 20 empresas y proyectos que podrán desarrollarse con sus servicios. Todavía no se ha iniciado la fase de difusión para captar a las empresas, pero ya conocen el proyecto el IBSAL, el Centro de Investigación del Cáncer, la Junta de Castilla y León, la Universidad de Salamanca y el Clúster de Biotecnología. En cuanto al Espacio de Innovación, después de que el proceso de adjudicación quedara desierto, se abordará con fondos propios del Ayuntamiento de Salamanca.
Hasta el 31 de diciembre para presentar las solicitudes a la incubadora
Los interesados en beneficiarse de los servicios que prestará la incubadora biosanitaria Abioinnova de Salamanca pueden presentar su solicitudes hasta el próximo 31 de diciembre. Una vez publicadas las bases, la apertura de la convocatoria recuerda que el objeto de la infraestructura es fomentar las iniciativas que desarrollen actividades que respondan a necesidades locales generadoras de empleo, facilitando a los emprendedores tanto una infraestructura física como servicios que les ayuden a consolidar sus negocios para incrementar la oferta de trabajo.
Se prestarán servicios de asesoramiento a empresas del ámbito de ingeniería biomédica, abarcando proyectos que apliquen principios y técnicas de la ingeniería al campo de la medicina y la biología. La infraestructura está preparada para acoger firmas en fase de pre-incubación, incubación y aceleración en el caso de las micropymes.
También están destinadas a emprendedores y a grupos de investigación. Se seleccionarán 20 proyectos: hasta 10 en fase de preincubación, otros tantos en incubación y hasta cinco en fase de aceleración. Las empresas no pueden tener una trayectoria superior a los 42 meses.
Fuente: lagacetadesalamanca.es