La instalación, que ya está en obras, abre la convocatoria para seleccionar iniciativas punteras en ciencias de la salud, medicina personalizada o enfermedades raras.
La incubadora de Empresas de Biotecnología, Bioingeniería y Salud arrancará a funcionar con 20 empresas a las que se está seleccionando y que abarcarán desde la medicina personalizada a las enfermedades raras. Así lo ha anunciado este jueves el alcalde de Salamanca en una visita a las obras de construcción del edificio, uno de los tres puntales del nuevo campus agroalimentario y del conocimiento que levanta la ciudad.
Carlos García Carbayo ha visitado las obras de la futura Incubadora de Empresas de Biotecnología, Bioingeniería y Salud que se levantará sobre una parcela municipal de 13.248 metros cuadrados en La Platina, destacando que simultáneamente a su construcción, iniciada el pasado mes de diciembre. Allí ha anuncio que el Ayuntamiento de Salamanca aprobará a primeros del mes de abril la convocatoria para la captación y selección de iniciativas y proyectos empresariales durante el periodo 2023-2025 con una inversión de 2,8 millones de euros.
Así, en la primera convocatoria, correspondiente a este año, se seleccionarán un total de 20 proyectos en sus diferentes fases de pre-incubación, incubación y aceleración, con los que se persigue reforzar el polo investigador en torno a la ciudad y generar empleo asociado al talento.
La obra de esta infraestructura cuenta, con un presupuesto de adjudicación de 4.244.592,38 euros y un plazo de ejecución de 11 meses, se encuadra en el marco de la ‘Convocatoria de ayudas para el desarrollo del Proyecto Incubadoras de Alta Tecnología para el fomento de la innovación y la transferencia de la tecnología a las micropymes’, incluido en el Programa Operativo Plurirregional de España FEDER 2014-2020, gracias a la colaboración público privada entre Ayuntamiento de Salamanca, Fundación Incyde y Cámaras de España, con la colaboración de la Junta de Castilla y León y de la Universidad de Salamanca.
La obra de esta infraestructura cuenta con un presupuesto de adjudicación de 4.244.592,38 euros y un plazo de ejecución de 11 meses
Además, cuenta con el aval de las entidades más representativas del sector (BIOTECYL, Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca, AIR Institute, Bisite, Centro de Investigación del Cáncer e Instituto Tecnológico de Castilla y León, entre otras), así como del sector privado (Citognos, Neurofix, CARTIF), instituciones académicas y grupos de investigación
Según destacó el alcalde, esta iniciativa forma parte del proyecto municipal para atraer hasta Salamanca a grandes empresas nacionales e internacionales; crear nuevas empresas de alto crecimiento y capaces de generar altas rentabilidades relacionadas con los sectores de las ciencias de la salud; y mejorar la competitividad de las empresas, la transferencia real de tecnología al sistema productivo, la internacionalización y la I+D+i en las empresas incubadas, con aplicaciones y beneficios para la salud de los ciudadanos.
«Apostamos por el talento y la investigación para seguir avanzando en una Salamanca que es referente en avances sanitarios. Al mismo tiempo, queremos promover y estimular las oportunidades de empleo y la creación de riqueza para el desarrollo y el crecimiento de la economía de Salamanca, de Castilla y León y de España en torno al sector salud, facilitando a investigadores y emprendedores que puedan desarrollar su proyecto de vida en Salamanca», añadió García Carbayo.
Empresas punteras
El alcalde explicó que la iniciativa municipal propuesta tiene como finalidad generar y consolidar nuevas empresas que aporten soluciones innovadoras al mercado, diversificar el tejido productivo de la ciudad y retener y atraer talento emprendedor e investigador. Los ámbitos de actuación y especialización se centrarán, en primer lugar, en la medicina personalizada, con el desarrollo de nuevos productos de prevención, diagnóstico y monitorización, que generen nuevas actividades empresariales mediante, el aprovechamiento y uso de Big data en los campos de desarrollo y análisis oncológico, investigación y prueba de terapias avanzadas, medicina regenerativa, así como cardiometabólica.
También se centrará en las enfermedades raras con el desarrollo de nuevos sistemas de diagnóstico aprovechando el desarrollo tecnológico y empresas en el ámbito; el diseño de dispositivos médicos, para la generación de una nueva industria de dispositivos; y la alimentación saludable. Todo ello con apoyo de centros de investigación de referencia y de grupos de investigación con iniciativa empresarial para llevar al mercado el resultado de sus avances.
A la par, el programa a desarrollar en la incubadora pretende aprovechar la potencialidad del sector biosanitario para contribuir al desarrollo del tejido productivo local, mejorando la tasa de supervivencia de las nuevas empresas, a través de la incorporación de las I+D+i, y dar respuesta a una de las necesidades de la ciudadanía como la generación de empleo cualificado, que a su vez repercuta en la generación de puestos de trabajo indirectos. De hecho, se estima una repercusión en más de 150 empresas de manera directa e indirecta.
El nuevo campus, un triángulo del conocimiento
La Incubadora de Empresas de Biotecnología, Bioingeniería y Salud se ubica en el futuro Campus Agroambiental junto a la nueva Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la USAL que actualmente se construye, la nueva
sede del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa) que se proyecta en una parcela anexa y el Centro de Transferencia del Conocimiento al Sector Primario promovido por la Diputación provincial.
Dentro de este triángulo del conocimiento en la ciudad de Salamanca, ofrecerá a las iniciativas empresariales el acceso directo a la mejor tecnología de vanguardia, la aplicación directa de las tecnologías en pilotos reales, la mejora de procesos gracias a la rápida incorporación de la tecnología y una capacidad competitiva más poderosa de forma acelerada y medible a corto plazo.
La incubadora se incluye, al mismo tiempo, en la apuesta municipal para convertir a Salamanca en un motor económico y de empleo abriendo las puertas hacia nuevos sectores con mercados emergentes, aprovechando todo el talento de la ciudad, con realidades como el Centro de Formación y Emprendimiento Tormes+, con casi 1.800 participantes en sus cursos y talleres en su año de funcionamiento; el anexo Espacio de Innovación Tecnológica, que se construirá este año para actividades orientadas a la experimentación de técnicas con realidad virtual, realidad aumentada y otras tecnologías como la robótica de servicios o colaborativa; y el Centro Tecnológico de Puente Ladrillo, ya en obras, para proyectos de inteligencia artificial y ‘big data’.
Edificio accesible y energéticamente eficiente
La Incubadora de Empresas de Biotecnología, Bioingeniería y Salud tiene 1.716,38 metros cuadrados de edificabilidad total divididos en dos plantas con tres accesos a la parcela (rodado, peatonal y para entrada de material) y un aparcamiento de uso privado de 26 plazas. Será un edificio con accesibilidad universal y energéticamente eficiente, de acuerdo a Savia, la Estrategia de Infraestructura Verde para hacer de Salamanca una ciudad aún más saludable, a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático y con una mayor calidad de vida.
Por un lado, se ha considerado la necesidad no sólo de realizar un centro altamente eficiente, sino que mediante sus zonas ajardinadas integrar la naturaleza en el espacio urbano. Las áreas verdes no se conciben sólo en función de los usuarios del centro sino que se abren al exterior mediante celosías de chapa perforada, que a la vez que delimitan la propiedad, hacen partícipes al resto de ciudadanos de las actividades que se desarrollan en el centro. Para la obtención de un edificio de muy bajo consumo eléctrico se plantea la compensación de parte del consumo del edificio mediante la instalación de 126 paneles fotovoltaicos de última generación e inversores.
La incubadora se distribuirá en 10 módulos laboratorios, un laboratorio común, una sala de cultivos, una sala PCR, otra para frigoríficos, una más para hardware, una sala para lavado y dos más para reuniones. Los laboratorios se distribuirán entre las dos plantas, con ventana corrida, con voladizo superior e inferior, de manera que mientras el superior protege del soleamiento directo, el inferior permite rebotar la luz, aumentando la iluminación indirecta y reduciendo las necesidades de aporte adicional artificial.
Fuente: Slamancahoy.es